Algún día todas las familias tendrán algo así…

Foto: Lidia Estela

noviembre 26, 2013

Para un Sbarrita no hay nada mejor…

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Que otro Sbarrita..!

Eso mismo pensó Mora en El Cairo, Egipto.

Y mientras nosotros preparamos la nota sobre la reunión de primos en el Club de Regatas, ella nos mandó un saludo desde tierra africana pero  -eso sí-  en un ambiente casi familiar.

noviembre 09, 2013

Una vez más, Roberto lo hizo…

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Roberto - Setiembre 1979
Cuando los primos grandes éramos todavía jóvenes, Roberto solía organizar cada tanto unas cenas maravillosas a las que convocaba a todos sus sobrinos + novias + esposas (al principio ninguno estaba casado todavía). La cita incluía también a Jilma, que para esas reuniones gozaba de una consideración especial: era la única entre todos los tíos que era invitada por Roberto a participar del encuentro intergeneracional.

Escalera de primos - Setiembre 1954
La Casa de Abuela  -allá en calle 1 entre 46 y 47-  había sido, durante nuestra niñez, el punto de encuentro de los once primos, el lugar que nos convocaba todos los fines de semana y donde a través del juego, las charlas, las peleas, y todo lo que la convivencia infantil genera, tejimos ese hilo invisible pero poderosísimo que todavía hoy (y seguramente para siempre) nos mantiene estrechamente unidos a través del tiempo y la distancia.

Terminada la niñez y superada la adolescencia, cuando cada uno empezó a tener cierta independencia y vuelo propio (a lo que se sumaba que Abuela ya no estaba), nuestro paso por la casa de calle 1 se hizo cada vez más esporádico.

Roberto, Jilma y sobrinos - 13/mar/1971
Y fue entonces cuando Roberto tomó la batuta y se convirtió en el factor aglutinante de los once primos y sus parejas.  En aquellas cenas memorables nuestras novias/os y esposas/os se integraron al grupo de los once y la banda prácticamente se duplicó.

Restaurant Teutonia (9 y 47) - 28/nov/74
La seducción, la simpatía y el poder de convocatoria de Roberto fueron siempre irresistibles así que cuando llegaba su invitación nadie se quería perder la reunión.  En esas cenas fantásticas, entonces, aquel hilo invisible y poderoso continuó tejiéndose y fortaleciéndose pero ahora en torno al primaje y sus parejas.

En lo de Lidia Estela y Dickie - Setiembre 1979 (la cara de Alberto es imperdible)
Pasaron los años (unos cuantos), los tíos se fueron apagando y aquellos once chiquilines que llenamos de juegos, gritos y alegrías el jardín y los patios de la casa de calle 1 pasamos a ser 'los grandes' de la familia.

Con más panza y menos pelo (los varones), más anchas y más rubias (las mujeres), y un poco más achacosos (todos), pero con el mismo entusiasmo y el mismo cariño de siempre, cada reencuentro del primaje se convierte en una pequeña gran fiesta que la vida nos regala.
        

El ingreso a la Sala de Prensa del Country Club de Estudiantes
El pasado jueves 31 de octubre, en el Country Club de Estudiantes en City Bell, tuvo lugar la reinauguración de la Sala de Prensa que a partir de ese día lleva el nombre de Roberto Sbarra en reconocimiento a su destacada trayectoria como jugador de Estudiantes y de la Selección Nacional primero, y como periodista deportivo después.

El primaje dijo ¡PRESENTE..!
Todos los que estuvimos presentes podemos dar fe de que fue una ceremonia excelente, cálida, emotiva y muy bien organizada por el Club, con gran cobertura periodística por parte de medios gráficos, radiales y televisivos.

Los sub-primos y los sub-sub-primos también estuvieron allí
Pero lo más importante de todo fue la excelente respuesta familiar: primos, sub-primos y sub-sub-primos nos concurrimos en gran número para rendirle homenaje al querido Robertón, a pesar de ser un día hábil, en horario laboral y  -encima-  con lluvia.

Yiyo no se lo quiso perder
Como hace 40 años el primaje respondió entusiasmado a la convocatoria, esta vez sumando a hijos y nietos que participaron del cálido homenaje y del posterior lunch con que el Club nos agasajó.  ¡Ah..! Y con la presencia estelar y sorprendente de la Gran Yiyo que con sus 98 años magistralmente llevados no quiso perderse el evento.

Una vez más, Roberto hizo posible la fiesta...

La alegría de los sub-primos

A trece años de su partida, su corazón generoso y noble, y el entusiasmo con que organizaba aquellas cenas memorables continúan vivos en cada uno de nosotros que, a pesar de los años, seguimos siendo los mismos once chiquilines que jugábamos, gritábamos y nos divertíamos en la vieja casa de la calle 1.


Siempre juntos

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El homenaje a Roberto
Compartimos a continuación algunas imágenes más y un video (compilado) de la ceremonia de reinauguración de la Sala de Prensa del Country Club de Estudiantes con el nombre de Roberto Sbarra:


Las diapositivas:
(se recomienda ver a pantalla completa)


El video:
(se recomienda ver a pantalla completa)


...y la yapa:
(click en la imagen para ampliar)
El piquito del año: Yiyo y la Bruja