(click en las imágenes para ampliarlas)
Gracias pá, por la síntesis del año y por darnos la oportunidad a todos los Sbarra de compartir nuestras novedades y conocer un poco más de la historia y la actualidad de nuestra familia.
Gracias al blog, para mí, 2009 también fue el año en que:
Descubrí que Alberto además de ser arquitecto también canta y puede darse el lujo de hacerlo en la Casa Curutchet, el lugar perfecto para unir arte y arquitectura.
Diana me enseñó que la música y el baile pueden generar grandes regocijos en la vida cotidiana (video de la estación), y eso que no pude asistir a ninguna de sus presentaciones con Colectivo Siempre.Conocí los diseños de TuVieja, aunque todavía le debo a Nacho la visita (no virtual) al ShowRoom.
Imaginé cómo cada Sbarra puede haber verseado en su época estudiantil, a partir de los comentarios disparatados que todos aportamos en el Primer Gran Concurso de la página.Me quedé con las ganas de saber quién ganó ese Gran Concurso y con la sensación de que nos habían caminado con la promesa de los turrones como premios.
Aprendí un poco más sobre el ciclo de la vida y el amor con que nuestros padres nos dieron todo lo que tenían y un poco más, gracias al video que aportó mi mamá (Lidia).
Me enteré de que Lucio y Julieta (previo casorio, chicos prolijos) y Pablo y Clarisa (cada pareja por su lado, no imaginen cosas raras) sumarán nuevos integrantes a la Tribu Sbarra (nena o nene?)
Encontré un nuevo ídolo, en el instante en que leí la anécdota de Leandro en el Vaticano… y qué decir de Natalia, que registró ese momento único…
Me enorgullecí del tío abuelo que ligué (por Roberto), pero por sobre todos sus logros deportivos y sus divertidas anécdotas, me quedo con la frase de su autoría, que cierra la nota publicada en el blog: “A la vida hay que robarle un poco más que lo que la vida te da…”Me dio envidia (no sé si sana) la foto de Tiago y Celina que compartió Dolores, y la de papá (Dickie), Fede y Maxo, en el Mineirao…
Sentí que nací un poquito en la primera reunión de SubPrimosSbarras o del Primaje, como definió Inés en su mensaje post-encuentro, antes de “abrazarnos eterna.mente”.
También sentí, ese mismo día, que moría otro poquito, cuando me enteré que Nélida, la mujer a la cual admiré en silencio, se nos había ido. Y volviendo al encuentro del SubPrimaje, además de algunas caras desconocidas (hasta entonces), encontré mucho de ese espíritu característico de la Familia (con mayúscula) que papá describe en la nota titulada “Por 80 años más”.
Entendí que nunca entendería qué corno es el Contact Improvisation, seguramente porque además de Sbarra soy Randrup, y para todos los Randrup el mundo es un poco más cuadrado que para el del resto de los mortales…
Muchos tuvimos la oportunidad de viajar pero sólo tres (Diana, Daniel y Willie) llegaron a Malvinas…. Me hubiera gustado tener un poquito de la ocurrencia y la constancia de Fede (la revelación del año), en cada uno de sus comentarios.
Me sorprendí con la crónica de Mercurio sobre los Sbarra, y también con la cantidad de detalles sobre la familia que fueron publicados en el diario El Día y paradójicamente yo no conocía.
Apareció un primo postizo -Juan Carlos Chaves-; aunque más bien merece que lo llamemos El Primo Postizo, porque creo que tiene tanta sangre Sbarra como cualquiera de los originales….
Algunos de los primos aportaron fotos que son reliquias familiares, ¡una verdadera joyita!
Me reservo para el final los versos de Zamba para no Morir, de Hernán Figueroa Reyes, que Anita dedicó a Lela, ya que además de haber despedido a la generación de los Tíos, Abuelos o Bis (según para quién), creo que son muy oportunos para revalorizar este encuentro familiar cibernético:
Ya veremos con qué nos sorprende 2010…
Pero más allá de la incertidumbre… ¡qué lindo es saber que será un nuevo año compartido con esta gran Familia que somos los Sbarra!
Mariana












