Algún día todas las familias tendrán algo así…

Foto: Lidia Estela

abril 11, 2010

Motoqueros 2010

Por Luciana Sbarra 
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Hola a todos..!!
Quiero contarles de mis vacaciones de este verano.  Espero que les guste…

El 16 de enero pasado, con Martín (mi novio,…mejor dicho, mi equipo), emprendimos un viaje inolvidable…
Desde La Plata “la ciudad de las diagonales” iniciamos nuestra aventura en moto, en una  Yamaha YBR 250 con sus bolsos laterales donde cargamos nuestra ropa, GPS, intercomunicadores para poder hablar y una mochila donde llevábamos el infaltable compañero: mate y liquido para hidratarnos... ¡¡y hasta el norte no paramos..!!
Comenzamos nuestro primer destino en Rosario, donde conocimos el monumento a la Bandera, nos refrescamos en el río Paraná y descansamos para partir al día siguiente hacia Córdoba “la capital del Fernet”
Si bien nos topamos con una Córdoba con mucha sequía, permanecíamos ansiosos por recorrerla, allí nos deleitamos con las altas cumbres aunque por cuestiones climáticas no pudimos llegar a Mina Clavero,...pero bueno, era una de las circunstancias que se nos podían presentar en la marcha.

También emprendimos una visita placentera a Aguas de Oro- Villa Cerro Azul y casi despidiéndonos de Córdoba pasamos por Cerro Colorado
Allí conocimos la casa donde se cobijó Atahualpa Yupanqui (poeta, músico, guitarrero y cantor) y donde me invitaron a que toque el piano que perteneció a su mujer… en el medio del cerro, un rincón lleno de historia...
Haciendo escala en el caluroso Santiago comenzamos a transitar la pequeña Tucumán, aunque enormes eran las bellezas que albergaba, donde convivían lo urbano y lo rural, la alta montaña y la llanura.
Recorrimos Yerba Buena, Cerro San Javier y el deslumbrante Tafí del Valle (su nombre deriva del vocablo diaguita Taktilkta que quiere decir pueblo de entrada espléndida) con caminos de muchas curvas y una combinación perfecta de montañas, ríos y valles… 

Continuamente nos encontrábamos inmersos en una postal de completa naturaleza y sensaciones frescas...

Por último, llegamos a la emocionante Jujuy… y nuestras sonrisas sobrepasaban de nuestros rostros. 
Deseosos por continuar con la travesía comenzamos a recorrer la Quebrada: anduvimos por Purmamarca – Cerro de siete colores – allí… color, naturaleza y alegría; Maimará, un pueblito muy pequeño con casitas típicas norteñas; Tilcara, bastante contaminado de cuestiones que deshacían el original pueblito; Quebrada de Humahuaca, a unos 3000 metros de altura donde los paisajes no dejaban de superar nuestras expectativas.
  
Allí no sólo nos maravillamos de sus vistas sino que también nos deleitamos con sus poesías, su música, sus comidas (empanadas, tamales, carne de llama, etc.) y el calor de la gente.
Más tarde, las Termas de Reyes y las Lagunas de Yala “la niña enamorada”, un camino bastante complejo para la moto, con subidas de varios kilómetros de ripio, muy selvático y acompañados de vacas, caballos, cabritas… la naturaleza en nuestras manos... y nuestra Yamahita no dejaba de sorprendernos.
   


Por momentos la lluvia nos acompañaba pero el “equipo Dakar” continuaba firme...
Cuesta resumir tanta belleza y anécdotas vividas,…transitamos diversos caminos, con paisajes increíbles (casi indescriptibles) como queriendo acariciar cada uno de ellos, llenándonos de maravillosas sensaciones,…descubriendo diferentes climas, olores, costumbres,…



En quince días recorrimos 4.600 kilómetros llenos de fabulosos recuerdos de una Argentina inolvidable…




Cariños a todos,
Luciana.



4 comentarios:

Eddy Randrup dijo...

Casi todos los argentinos pecamos de no conocer nuestro pais suficientemente. Que viaje inolvidable!

Luciana, Martin: Son unos campeones!

Diana dijo...

Muy bueno esto de conocer algunas facetas de los Sbarra jóvenes, sobre todo y personalmente (aclaro) de los que conozco menos....eso de andar en moto por solitarios caminos me gusta, me suena a Easy rider....mmmm que antigúedad, no?
saludos primos!

Anónimo dijo...

Me encantò el relato...que buenas fotos!!
Con un poquito de envidia: felicitaciones !!

Que piola soy, los sobrinos que tengo.
W R

MAriana dijo...

¿Quién hubiera dicho que detrás de esa sonrisa (ver foto incial de la nota), se encondía una motoquera de ruta que se dio el lujo de conocer una buena parte de nuestro país en una Yamaha?

La verdad, Luciana, que me encantó que compartieras en el blog este viaje tan excitante, y esta faceta tuya tan particular, que pocos conocíamos.

¡Felicitaciones!